Masaje con piedras calientes
El masaje con piedras calientes o terapia geotermal combina el masaje terapéutico tradicional con la aplicación sobre la piel de piedras a distintas temperaturas, para facilitar que fluya la energía vital y aliviar así trastornos físicos y emocionales.
La terapia geotermal permite combinar el masaje terapéutico junto con el uso de las piedras frías y calientes –ubicando éstas en los puntos en los que se encuentran dichos chakras–, consiguiendo así que la energía fluya adecuadamente y, por consiguiente, aliviando nuestro malestar. Sin olvidar que muchas de las piedras empleadas son de origen volcánico con lo que, además de mejorar el flujo de nuestra propia energía, nuestro organismo recibirá energía procedente de la Tierra.
Propiedades
Reducción y alivio del dolor mediante la acción directa que se ejerce sobre los puntos (o chakras) encargados de transmitir la sensación de dolor a los receptores nerviosos que nos hacen ser conscientes del mismo.
Eliminación de las toxinas de la piel a través de la sudoración, que se produce a causa de la alta temperatura de las piedras (unos 50ºC).
Mejora del sistema circulatorio, gracias a la diferencia de temperatura de las piedras, que va desde los 8ºC a los 50ºC, y a la acción del masaje. La combinación de ambos factores hace que nuestra circulación sanguínea se active.
Mejora las funciones de nuestro organismo, reduce los dolores crónicos especialmente los óseos y musculares.
Elimina las toxinas del cuerpo.
Ayuda a equilibrar el sistema nervioso y mejora la circulación sanguínea.
Nos ayuda a relajarnos, pues mediante el correcto flujo de la energía, armonizamos cuerpo, mente y espíritu, y esto permite reducir notablemente nuestros niveles de estrés.
También tiene numerosos efectos estéticos visibles, ya que revitaliza, oxigena e ilumina la piel. Esto es una consecuencia de la mejora de la circulación sanguínea y de la eliminación de toxinas, que contribuyen a reafirmar los tejidos y hacen que la piel tenga un aspecto mucho más terso y saludable.
Muchos aseguran que elimina las malas energías gracias a las propiedades de las piedras volcánicas.
Este tipo de terapia está especialmente recomendada en aquellos casos de problemas nerviosos como el estrés, la ansiedad o el insomnio, para los problemas circulatorios, y para aliviar los dolores musculares y articulares, así como en los tratamientos de belleza.